Ser abierto

Una y otra vez les decía a mis alumnos lo siguiente:
“Imagínate que creces en Alemania del Sur, en una zona en la que se comen muchas patatas: patatas asadas, patatas salteadas, ensalada de patatas, puré de patatas... Y más tarde vives en el norte de tu país, en otra zona con nuevas recetas de patatas: ensalada de patatas con piña, y patatas fritas con bacon, y puede que también conozcas en otras partes de Europa ”pommes frîtes", las croquetas y el rösti. Pero no te hagas a la idea de que ahora eres un experto en patatas. 

En tus años de vida en el Perú, una tierra lejana, descubres que hay cientos de tipos de papas diferentes, comes camotes y papas pequeñas que han sido congeladas antes de la cosecha, y conoces unas deliciosas papas que han sido cocinadas en un agujero en la tierra bajo piedras calientes.

 Ahora lo sabes casi todo sobre las patatas, pero luego trabajas y vives en China, en Asia y, de repente, la gente se ríe de ti porque comes patatas, porque ellos sólo comen arroz, y discuten contigo porque piensan que la patata, esta planta solanácea, es absolutamente perjudicial para la salud y repugnante. 

¿Quién tiene razón? 

Así pues, si alguien se acerca a ti y te cuenta algo que nunca has oído o visto y que no crees, no lo condenes, sino que mantén la amistad, escucha y considera que todo puede ser muy diferente de lo que has creído hasta ahora y recuerda lo que dijo Hamlet una vez: "Hay más cosas entre el cielo y la tierra de las que nuestra sabiduría escolar puede soñar". "

(Prefacio traducido a mi autobiografía: UND IMMER WIEDER SCHULE - Ein Lehrerleben zwischen Äquator und Ostsee) Waxmann 2007)